Está comprobado que uno de los aspectos destacados del pádel amateur es la posibilidad que ofrece para generar vínculos y redes sociales que trascienden el juego y la creación de lazos de solidaridad entre todos los que disfrutan de este deporte.
La comunidad que se crea a partir de jugar al pádel, en turnos, clases o torneos, se amplía cada vez más con el auge de la actividad y más gente que se suma a conocer y participar.
En este marco, en estos días se comenzó a difundir un pedido de solidaridad para que Iván González pueda acceder a la prótesis que necesita para poder disfrutar en plenitud de sus actividades y, entre ellas, una que le apasiona como es jugar al pádel.
Desde hace un año, Iván juega y entrena pádel, ayudado por un bastón canadiense, lo que le presenta la dificultad de movimientos y coordinación para pegar. Por eso, para poder hacerlo con más plenitud, es necesaria una prótesis para su pierna que, por su condición, son materiales importados.
Para ello, con su profesor de pádel Fabián “Turco” Jotale iniciaron una campaña solidaria para conseguir los fondos necesarios, junto con el médico ortopedista Gustavo Díaz, titular también de GD ortopédicos, quién contribuirá además con elementos de la prótesis (compone de diferentes piezas que se ensamblan).
La iniciativa también contó con el apoyo de Zumas+ y del club Pádel Zone, e inmediatamente se extendió a toda la red de grupos de whatsapp e Instagram que replicaron la campaña para llegar al objetivo.
Para colaborar, se creó una cuenta en la billetera UALA, a nombre de Iván González. CVU 0000007900204165760690 – Alias fjotale.uala
“Intentar hasta que salga”
Iván tiene actualmente 27 años, vive en Malagueño y, hace casi 8 años, sufrió la amputación transfemoral de su pierna derecha. Desde entonces, realiza sus actividades con la ayuda de un bastón canadiense.
Esta situación, dice Iván “la tomo como cualquier persona que tiene algún inconveniente pero sigue adelante” y, a pesar de las particularidades que presenta la situación “trato de hacer lo que me gusta y, si surge alguna dificultad, intento hasta que salga”.
El pádel “me aporta es alegría porque en la situación que estoy casi nadie juega. Por eso me da alegría jugar también, me ayuda desconectarme de la vida diaria porque es un deporte de mucho pensar, mucha concentración”, reflexiona.
Antes de descubrir el pádel –gracias a su mujer, quien juega desde hace tiempo y volvió luego de la habilitación post pandemia- Iván juega al fútbol para amputados para el equipo de Rosario, su ciudad natal, en la liga Nacional de la especialidad.
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